Cada vez es más evidente que los distintos retos, económicos, medioambientales, climáticos, demográficos, sociales a los que se enfrentan las zonas urbanas están interrelacionados y el éxito del desarrollo urbano sostenible solo puede lograrse a través de un enfoque donde se integren los diferentes motores sociales, económicos y medioambientales para desarrollar ciudades y áreas urbanas más sostenibles, justas, responsables y viables.

 

¿Qué es el Desarrollo Urbano Sostenible?

El término “Desarrollo Urbano Sostenible” hace referencia a la mejora a largo plazo y duradera de las condiciones ambientales, sociales y económicas de un área urbana.

Un objetivo de fomentar áreas urbanas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente que tiene muy en cuenta los datos que podemos obtener de informes en el que se estima que, actualmente, el 56% de la población global vive en entornos urbanos, esperándose que esta cifra aumente hasta el 70% en 2040.

El rápido crecimiento de las ciudades y de su población plantea numerosos desafíos vinculados a aspectos imprescindibles para la vida urbana: servicios e infraestructuras, sistemas de transporte, acceso a la vivienda, calidad y seguridad de los asentamientos urbanos, etc. Además, hay que tener muy en cuenta que la expansión urbana tiene impactos sobre el entorno natural en la que estas se ubican.

 

Los beneficios del Desarrollo Urbano Sostenible

La planificación urbana, es decir, la forma en la que se distribuye el espacio urbano es clave a la hora de visualizar y enfocar la estructura y funcionamiento de las ciudades y si se lleva a cabo una planificación urbana sostenible, que ponga en el centro las necesidades de los ciudadanos e integre la perspectiva de sostenibilidad en los procesos, puede ayudar a desarrollar soluciones urbanas que sean capaces de hacer frente a los retos ambientales, sociales y económicos que se presentan en el medio plazo y ayudar a que estas sean capaces de adaptarse a los mismos (ser más resilientes).

Las ciudades compactas y bien planificadas, que combinan funciones residenciales, comerciales, espacios públicos y viviendas asequibles pueden mejorar la economía local, la salud pública y el medio ambiente.

 

¿Cuáles son los elementos fundamentales del Desarrollo Urbano Sostenible?

1. Movilidad

La movilidad urbana está claramente relacionada con muchos de los retos presentes en las ciudades: contaminación, emisiones de gases de efecto invernadero, problemas de salud, ruido, accidentalidad…

Apostar por una movilidad más sostenible conlleva beneficios económicos, sociales y ambientales muy relevantes para los entornos urbanos a nivel global a través de apuestas y soluciones como las Ciudades compactas (ciudades con mayor actividad económica y social en un menor espacio físico donde se utiliza más el transporte público, se hacen más trayectos a pie, hay menos coches, menos contaminación…), Ciudad de los 15 minutos, Supermanzanas, fomento del transporte público o el Carsharing (alquiler temporal de vehículos).

 

2. Zonas Verdes

Una planificación urbana exitosa es también aquella que incorpora y establece zonas verdes, como parques, jardines o arbolado, y zonas azules (como fuentes, lagos o cursos de agua), como parte de los espacios públicos.

Son muchos los beneficios de las zonas verdes y entornos naturales sobre las ciudades como los beneficios ambientales, de salud, sociales, económicos, etc.

La Organización Mundial de la Salud ha asegurado que se necesita al menos un árbol por cada tres habitantes, un mínimo de entre 10 y 15 metros cuadrados de zona verde por habitante y que es necesario fortalecer una red de estos espacios que sea accesible a no más de 15 minutos desde cada vivienda.

 

3. Cambio Climático

Las ciudades contribuyen de manera evidente a incrementar el impacto del cambio climático a global. Los núcleos urbanos generan en torno al 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global y alcanza casi el 80% si incluimos las emisiones indirectas generadas por los ciudadanos.

Avanzar hacia ciudades cero emisiones implicará innovar en varios ámbitos de actuación como los edificios, infraestructuras verdes urbanas, transporte, consumo de energía, industria y tecnología.

 

4. Energía

La energía es uno de los factores más importantes para el desarrollo, ya que se necesita en el transporte, la industria, las actividades comerciales, los edificios, la distribución de agua o la producción de alimentos, actividades, muchas de ellas, que tienen lugar directamente en las ciudades.

Las soluciones destacadas en las ciudades pasan por apostar por las energías renovables, edificios ultraeficientes, conectados y una infraestructura de energía inteligente.

 

5. Construcción y Edificación

El sector de la construcción es uno de los mayores consumidores de energía en Europa, uno de los más demandantes en cuanto al uso de materias primas y responsable de más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea.

Las soluciones destacadas en las ciudades en función de la construcción y la edificación pasan por apostar por la renovación y rehabilitación de la infraestructura, la generación de nuevas políticas, regulaciones e incentivos que impulsan al sector privado a innovar en sus productos y la instalación de soluciones eficientes en los edificios públicos.

 

6. Salud

Las ciudades, en función de su configuración y planificación, influyen de manera más o menos directa en la salud de sus ciudadanos. Según la OMS, la contaminación del aire es un factor de riesgo para las enfermedades respiratorias y cardiovasculares agudas y crónicas y estima que el 92% de las personas que viven en ciudades no respiran un aire limpio.

Por este motivo, las soluciones destacadas de las ciudades en el ámbito de la salud pasan por la creación de zonas de bajas emisiones (ZBE), la promoción del desarrollo de zonas peatonales seguras, creación de carriles bici, además de infraestructuras verdes urbanas.

 

En Senders Financers estamos comprometidos con los ODS  y apostamos por ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11) y en poder establecer un nuevo modelo económico de producción y consumo que pueda proporcionar a todos los ciudadanos y consumidores de productos más duraderos e innovadores, además de apostar por mecanismos sostenibles que nos ayuden a conseguir una mayor calidad de vida.